jueves, 11 de diciembre de 2014

ACERCA DE CAPICÚA

En el uso común, se llama capicúa a la cifra que expresa igual cantidad ya se la lea de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. O sea, al número que, leído al derecho o al revés sigue siendo el mismo.

Hubo una época, en que a los boletos numerados del tranvía o del colectivo, cuando eran capicúas, se les atribuía un fluido cabalístico y se los coleccionaba. Por igual motivo, han sido y siguen siendo buscados los billetes de lotería con esas características.

En el juego del dominó se llama capicúa al modo de ganar con una ficha que puede ser colocada en cualquiera de los dos extremos.

Esta palabra, es de origen catalán y proviene de cap: cabeza y cúa: cola. Palabras que, al castellanizarse, quedaron unidas con una i latina.

Ahora, cuando lo que se lee igual de izquierda a derecha, que de derecha a izquierda, no es un número sino una palabra o una frase, no hablamos de capicúa sino de palíndromo. Por ejemplo, las palabras oro y anilina; y la conocida frase: Dábale arroz a la zorra el abad.


          
           El dibujante Adolfo Mazzone, creador de personajes memorables, como PiantadinoBatilioAfanancio y tantos otros, dio a conocer, en 1939, “Mi sobrino Capicúa”. Se trataba de un dientudo que se la pasaba comiendo queso y tenía una suerte bárbara. Era un tarrudo. Alguien que, no obstante ser cap y cúa, tenía más cola que cabeza. Fue muy popular en su tiempo.

"Suerte loca" - tango de Francisco García Jiménez y Anselmo Aieta - Troilo / Fiorentino 
               "CAPICÚA" - tango de Roberto Nieves Blanco - Orquesta de Osvaldo Fresedo

jueves, 4 de diciembre de 2014

ACERCA DEL VOCABULARIO DEL TURF

Gardel y Lunático
El lunfardo, como se ha dicho, suele nutrirse de las distintas jergas. Y en este sentido, una contribución muy generosa ha sido la del turf.
La jerga turfística ha suministrado voces y expresiones que han pasado al uso popular con sentido figurado. Recordemos algunas: dato, que de información reservada, sobre el posible resultado de una carrera, pasa a significar, también, información de buena fuente. Relojear, que originalmente designó el tomar el tiempo de un caballo de carrera, se ha difundido como equivalente de observar con atención o contemplar detenidamente. Apilarse, echarse el jockey sobre el cuello de su cabalgadura, viene a significar en lunfardo acosar o requerir amorosamente a una mujer en la calle. Paponia, deformación de papa, que significa fija segura, pasa a significar cosa ventajosa, algo que posibilita la segura obtención de una ganancia. Batacazo, triunfo inesperado de un caballo que, por tener pocos apostadores, da un buen dividendo. Y por extensión, todo acierto, triunfo o suceso afortunado e imprevisto.
          Y entre las frases de entendimiento común: poner el número, significa poner el del caballo que gana en el primer puesto del marcador; dar algo por seguro. Salir de perdedor, es dejar de tener mala suerte en cualquier empresa o actividad. 
          Y por último, estas tres, que son descalificantes: ‘no acertar ni una’, no correr más’ y no estar en carrera’. 

                       Otros Mosaicos relacionados con el turf: 
ACERCA DE ALGUNAS EXPRESIONES NACIDAS EN EL HIPÓDROMO
ACERCA DE UNA POTRANCA INOLVIDABLE

"Soy una fiera" - milonga de Francisco Martino - canta Carlos Gardel