jueves, 20 de junio de 2013

ACERCA DE ÁLVARO YUNQUE Y LOS TALLARINES

      Á lvaro Yunque, nacido Arístides Gandolfi Herrero (La Plata, 20 de junio de 1889 - Tandil, 8 de enero de 1982) escribió “Versos de la calle” en 1924. Un libro que caminó a sus anchas haciéndole honor al título. Un libro que inauguró una nueva forma de concebir la poesía en un medio deslumbrado por la suntuosidad modernista.

Su poesía, síntesis interpretativa de los conflictos y tensiones de los que laburan, de los postergados y humillados, es comprensión. Y tal comprensión es infrecuente.
Álvaro Yunque, uno de los integrantes más representativos del grupo de Boedo, en su auténtica condición de lírico, fue el feliz habitante de una zona humana y geográfica abierta a la poesía.
Lo conocí en 1963, en la Academia Porteña del Lunfardo.
Yunque vivía en el 8ª B de Coronel Díaz 1782, rodeado de libros y de cuadros, entre los que recuerdo un Bruzzone y un Alonso que lo retrataban fielmente.
A ese domicilio concurrí, más de una vez, invitado por el autor de “Barcos de papel”, a comer “tallarines a la lunfarda” que él mismo cocinaba. Cuando le pedí la receta, se limitó a decirme que el secreto consistía en recitar determinados versos “rantifusos” durante la preparación de la salsa. Lo creí entonces, y aún hoy lo sigo creyendo. 
Ahora, desde que cambió de barrio, ya no nos invita a comer tallarines y pasea por calles más altas que las de Boedo.


A YUNQUE
                        (Historia de una A familiar)

Adán, el Arquitecto
que construyó la Catedral de Mar del Plata,
cuyo apellido era Gandolfi,
se casó con Angelina Herrero.
Y llegaron los hijos
-los Gandolfi Herrero-
que fueron siete:
Arístides, el primogénito,
el que, entre versos de la calle
y barcos de papel,
pasó a ser Álvaro para siempre.
Ángel, que firmaba Walk
e inventó el radio-teatro
con Olga Casares Pearson.
Adán, como el padre.
Augusto que lo conservó como médico
y en las coplas fue Juan Guijarro.
Ada, la inteligente,
que murió joven y era hermosa.
Alejandro, el silencioso,
y Alcides, el menor,
a quien los guantes de boxeo
no le impidieron escribir Nocau Lírico.
Arístides, el primogénito,
cuyos años fueron noventa y dos,
estaba casado con Alba,
la que le dio dos hijos:
Adalbo Augusto y Alba,
como ella.
Arístides, que se llamaba Álvaro Yunque,
fue quien me contó una tarde
la historia de esta A familiar,
mientras las demás vocales fruncían el ceño.
Hoy, el que la firma
es su Amigo Alposta
y en la coincidencia está mi homenaje.

                                       4 de marzo de 1982

  "Boedo" tango - de Julio De Caro y Dante A. Linyera